1. Champiñón común (Agaricus bisporus)
En la lista de los hongos para cultivar, el champiñón de París es sin duda el más conocido. Es un agaricus que crece naturalmente en prados ricos en estiércol, aunque en la naturaleza es más común encontrar la rosada de los prados. El Agaricus bisporus es una variedad seleccionada históricamente para crecer en las canteras de París. Su cultivo data de finales del siglo XIX. Se cultiva en una mezcla de estiércol de gallina o caballo y paja, todo ello pasteurizado. Este hongo aprecia el calor generado por el compost y se incuba a unos 25 °C. Se hace fructificar en cuevas o canteras, en cajones, con una capa de cobertura (compost o material mineral) para mantener la humedad. Esta capa permite que los primordias (los hongos jóvenes) se desarrollen correctamente.






























